lunes, noviembre 27, 2006

Orgullo


Estuve encerrado. Un tiempo que pareció ser infinito, en el que la agonía me hizo incapaz de aferrarme a la vida. Solo una sombra, un reflejo difuminado de la vieja llama de mi alma. Pero, pese a la miseria emocional a la que estuve condenado, sigo vivo. Ahora es el momento de levantarse, lleno de orgullo, y arrasar con todas las bases que cimentan mi mundo. Destrucción, limpieza, sangre, para construir un nuevo futuro libre de todo lo que ha acontecido. Arde en mi interior, gritando para ser libre, la esencia de mi verdadero ser, atado durante demasiado tiempo por las cadenas de los convencionalismos y el sufrimiento. No mas represión, no más aislamiento, llegó la hora de alzarse contra lo que me convirtió en una mera caricatura de mi mismo. Y aunque cien lanzas atraviesen mi pecho en una orgía de dolor, prefiero escupirte mi propia sangre a la cara a aceptar tu ayuda envenenada. No eres nada, solo un recuerdo que se desvanece en la niebla, empujado por el huracán de mi determinación. Hoy solo se oye el murmullo sordo de la explosión en mil pedazos del pasado. Y mañana... Mañana comenzará a sonar timidamente la canción del futuro.

jueves, noviembre 23, 2006

Llanura


Aún con el amargo sabor de la derrota en tus labios, miras al horizonte nuevamente, y a lo lejos crees distinguir una tenue luz entre la oscuridad que baña toda la llanura. El camino es árido y la noche cerrada, pero caminas con paso firme, sabiendo que lo que dejas tras de ti es mucho peor que todo lo que pueda acecharte en aquella senda incierta. Puede que tu vulnerabilidad te vuelva a llevar a una caida aún mas dolorosa, puesto que avanzas con el cuerpo marcado por la afilada hoja del sufrimiento, pero mejor seguir andando que esperar de rodillas a que la oscuridad te envuelva definitivamente con su halo de indiferencia.

domingo, noviembre 19, 2006

Atalaya


Vigilante, en la soledad que te da la cima de la colina, contemplas el devenir de la vida, que discurre ajena a ti. A lo lejos, una infinidad de actores representan meticulosamente una tragedia en la que tu papel se ve reducido al de mero espectador. La vieja atalaya sigue siendo un hogar para ti, solo visible para los demás cuando en la oscuridad de la noche, te calientas acurrucado junto a la hoguera de tus lamentos, jurándote a ti mismo que a la mañana siguiente abandonarás aquel lugar. Pero cada mañana, con los primeros rayos de sol, vuelves a entender que por mucho que bajes y trates de formar parte de su representación, jamás serás uno de ellos, y que tu sitio sigue estando allá arriba, palpando la frialdad de los barrotes de la carcel que tu mismo construiste, observando en soledad el transcurso de la vida que nunca vivirás.

sábado, noviembre 18, 2006

Vacio


Se extiende por todas partes, inundándolo todo por donde pasa. El vacio te absorve, te arrastra hacia lo anodino de su naturaleza. El color se escurre lentamente, homogeneizándolo todo en la mas absoluta nada. Ausencia de dolor o placer, la existencia como unico fin, medida unicamente en el transcurso del tiempo. Sin metas, sin ilusiones, un peón más en un mundo al que nada le importas.

Espejismo


Quise ver algo donde no lo había, lavar mis pecados con el agua turbia que me ofrecían sus manos. Quise buscar calor entre las puas de un erizo, construir algo sobre unos pilares que se tambaleaban. Y al final solo encontré que todo fue fruto de mi desesperación y que realmente lo que tuve no fueron sentimientos, sino una sed de los mismos para poder volver a decir que estoy vivo. Un espejismo, que hace que me ahogue en arena cuando trataba de convencerme a mi mismo de que podría apagar mi sed.

domingo, noviembre 12, 2006

Atrapado


Arañas desesperadamente la superficie de las planas paredes que te retienen. La estancia se reduce por momentos y no ves ninguna rendija por la que entre alguna clase de luz que ilumine la oscuridad que te rodea. Gritas desesperadamente pero nadie te oye, mientras inexorablemente vas consumiendo todo el aire respirable. Estás atrapado y no eres capaz de encontrar ninguna salida, mientras el vacio te oprime lentamente, llevandote a donde nunca antes habias estado. Solo, sin más compañía que el eco de tus propios lamentos en aquellas paredes, unicamente te queda tumbarte a esperar que la muerte te llegue lo antes posible.

jueves, noviembre 02, 2006

Miedo


Aquellas notas fluian por la estancia, acompasandose al ritmo de un corazon que aún latía con dificultad. Palabras de amor y dolor, a veces familiares, otras desconocidas, que consiguieron despertar en ti ciertas sensaciones y recuerdos olvidados a la fuerza. Cerraste los ojos como acto de protección, tratando de contener las lagrimas y deseando que todo quedase atrás de una vez. Seguía siendo doloroso recordar aquellos momentos en los que te sentiste vivo, en los que todo parecía tener sentido. Como la melodia, los recuerdos fluían y volviste a ver como los pilares de aquella felicidad se derrumbaban uno tras otro, fruto de la incapacidad para el entendimiento y el rencor. Mientras recorrias el pasado, percibiste un atisbo de aquel dolor, mirandote fijamente a los ojos, y fue entonces cuando tuviste que afrontar el miedo de un alma hecha jirones a seguir viviendo. El miedo a volver a sentir aquel dolor, a arriesgarte a despertar de aquel sueño en el que te hallabas preso y tomar un nuevo camino. El miedo a que la luz que comenzabas a ver no fuese más que un presagio de la caida en la más absoluta oscuridad, encerrandote aún más en lo profundo de un abismo de miseria emocional. Mientras las palabras seguían brotando con musicalidad de aquella sonrisa que emanaban sus ojos, sentiste miedo a vivir por miedo a morir de nuevo.