domingo, septiembre 30, 2007

Diamante


Enigmatico, escondido bajo la espesa negrura de un manto de oscura roca, el cegador brillo del diamante se mostraba de forma intermitente para acabar desvaneciendose de nuevo en la inmensidad del vacio. Deslumbrante como un rayo de esperanza, reconfortante como la luz de un sol que invita a la vida, cada vez que aquel brillo se volvia a apagar, una voz gritaba dentro de mi por volver a avivar aquel resplandor que iluminaba las estancias en las que habita mi alma adormecida. Y pese a convertirse en lo que mas deseaba en el mundo, mis manos desnudas, heridas por las afiladas trazas de amargura que custodiaban y ocultaban la majestuosidad de aquel diamante negro, no fueron capaces de hundirse en la roca y liberar aquel destello para que me guiase en el devenir de mi camino hacia los confines del abismo.