Ecos

Susurran en tu mente, reviviendo momentos del pasado y haciendo reales otros que nunca existieron. El eco de los latidos de tu corazon retumba en tus adentros, despertando viejas sensaciones encerradas bajo llave por tu consciencia. Aquello que yacía en los oscuros rincones de tu subconsciente te azota, estableciendo paralelismos donde quizás no los haya. La visión, aunque irreal, se hace casi palpable, y el eco de sus palabras te hace estremecer. Sus oniricos ojos te miran una vez más de una forma que no comprendes, vacios de un alma real que los sustente. Solo una imagen cuidadosamente almacenada. Solo un recuerdo, pero con la capacidad de clavarse en tu herida cuando menos lo esperabas. ¿Por qué precisamente ahora? ¿Por qué...? El eco de tus preguntas se une al coro. Ecos, ecos que estallan en una sinfonía de dolor y que no llegan a silenciarse. Con esto, ves que no eres más que el eco de lo que fuiste, resonando una y otra vez por las paredes de la vida, apagandote lentamente.