Herida

La vista se nubla, logrando apenas enfocar el horizonte. El sabor metalico de tu propia sangre inunda tu paladar mientras todo a tu alrededor permanece borroso, como en un sueño. Tu mano derecha trata de aferrarse inutilmente al hielo para arrastrarte mientras en tu cabeza zigzaguean de forma incoherente cientos de pensamientos que consiguen mantener en ti un ultimo hilo de vida. Tiemblas, más por la herida que por el frio, y tratas de buscar una salida. Yaces sobre la nieve, atravesado por un filo de incertidumbre que desgarra tu carne. Prefieres no tocar la herida aunque tu sangre sea lo unico caliente que queda alrededor. Algo empieza a fallar, y la brillante claridad del sol reflejado en la nieve se vuelve oscuridad. Mientras te vas, te despides con un susurro en tu ultima exhalación: "Todo se arreglará...."