domingo, septiembre 30, 2007

Diamante


Enigmatico, escondido bajo la espesa negrura de un manto de oscura roca, el cegador brillo del diamante se mostraba de forma intermitente para acabar desvaneciendose de nuevo en la inmensidad del vacio. Deslumbrante como un rayo de esperanza, reconfortante como la luz de un sol que invita a la vida, cada vez que aquel brillo se volvia a apagar, una voz gritaba dentro de mi por volver a avivar aquel resplandor que iluminaba las estancias en las que habita mi alma adormecida. Y pese a convertirse en lo que mas deseaba en el mundo, mis manos desnudas, heridas por las afiladas trazas de amargura que custodiaban y ocultaban la majestuosidad de aquel diamante negro, no fueron capaces de hundirse en la roca y liberar aquel destello para que me guiase en el devenir de mi camino hacia los confines del abismo.

martes, septiembre 18, 2007

Ciclo


Aun enredado entre las afiladas espinas del ciclo anterior, la maquinaria del destino crepita y toma una nueva posición, reconfigurando todos los parámetros que definen la realidad en la que te encuentras atrapado en cada momento. El ciclo cambia, ya sea para derramar mas sangre o dejar que tus heridas cicatricen entre sabanas de terciopelo, y no puedes hacer más que ser un espectador de los acontecimientos que se desencadenen a raiz de esta variación. Movido por los hilos del azar, el complejo mecanismo continua funcionando, regido por unas bases ocultas entre los planos de la existencia a los que tu limitada percepción no es capaz de acceder. Pero si bien su naturaleza se te escapa, si eres capaz de sentir como su precisión va disminuyendo con el transcurso del tiempo. Con cada ciclo completo, las heridas que se van dibujando en tu piel te demuestran que cada vez es mayor el rozamiento de sus engranajes contra la superficie de tu alma, dejando en ella marcas irreversibles que se van ahondando lentamente.