lunes, abril 09, 2007

Fachada


Escuchas el silbido del viento como un eco lejano, amortiguado por la dureza de las vanas palabras que dejas escapar. Disfrazas tu inseguridad arropandola con un manto de arrogancia, tejido con los lamentos de los cientos de noches en vela en los que dibujaste un futuro tan prometedor como irreal. Derrotado, apoyas una vez más tu peso en el muro que construiste como fachada, rogando por que en esta ocasión no sea demasiada la sangre de tus heridas que se filtre a través de la fria pared que separa la conciencia colectiva de los recovecos de tu alma.