Patrones de Pensamiento Individual (Escritura Automática)
Un fuerte ruido resonó en la habitación. Dos almas oscuras se deslizan lentamente a través del techo, atormentándolo con su inexplicable opacidad. El abrumador silencio cortaba su piel, a la vez que el ardiente frio del aire hacia que un sudor helado recorriese su cuello. Gritos. Un ojo de inquisidora mirada observaba a través de la cerradura de la puerta, preguntandole sobre su pasado, hablandole sobre su destino, riendose del final. Frio, frio, frio .... Un crujido, una exhalación, una estrella brilla en el techo, iluminando la escena con una oscura luz que ciega su visión. Dos, tres, cinco... Locura! Extrema visión de la realidad oculta bajo la realidad, el hueso aterrador debajo de la carne conciliadora. Miedo irracional, racionalizado por una muerte segura que espera con una sonrisa helada en sus labios de piedra. Busqueda maldita de un significado escondido en la eternidad. Esencia deshecha en mil pedazos, mil gotas de un sudor amargo que desfilan en linea por su frente. Estaba alli, pero en que parte de aquel alli? NADA TENIA SENTIDO EN AQUELLA EXCELSA AMARGURA, si bien la luz de aquella estrella comenzaba a traer clarividencia a la noche oscura que batia sus alas en la habitación. Sin dios, sin alma, sin armas, solo él ante todo aquello, en un ejercicio de irrealidad inimaginable, abrumado por aquella falta de sentido. Distante arena de los tiempos fluia, empujada por las manos huesudas que sostienen la guadaña. Aquel ojo seguia observando, pero su parpado se estaba cerrando. Tocaba a su fin. Todo lo que empieza termina. Y la esencia? Y aquello que hacía que él fuera él? No lo sabia, pero el acontecer apocaliptico de aquel suceso no traería luz a los cortantes filos de las lanzas que blandían sus preguntas. Aquello no era el fin. Era solo el principio.
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