Atrapado en el pasado

Y sus brazos te agarran, te oprimen, y te hieren mientras tratan de evitar que vayas hacia delante. Juega contigo, y hace que solo lo veas a él en todo lo que miras. Te hace victima de tus recuerdos, que queman tu mente y colapsan tu corazon, trata de forzar tu cuello para que mires atrás y te hundas en la negrura de su espesor. Su voz te susurra al oido el eco de tiempos mejores que ensombrecen la mortecina luz del presente y eclipsan el posible amanecer del futuro. Sus ojos son el reflejo de lo que fue y no es ni será, de lo que el tiempo se ha llevado, y su mirada quema tu alma. Sabes que allá donde vayas, él te seguirá, recordandote a cada instante quien fuiste, pues el pasado, amigo o enemigo, siempre será tu compañero en el viaje de la vida.