miércoles, marzo 17, 2010

Palabras


¿Qué fue de las palabras que brotaban incesantes de la irreal pluma de este tejedor de ilusiones? ¿A donde fueron los viejos lamentos que habitaban este rincón de liberación? ¿Acaso las sombras se vieron superadas por un torrente de luz que hizo que esta simbiosis ya no fuera necesaria? La búsqueda prosigue, y sin embargo lo que antes llenaba de regocijo ahora no alimenta un alma que vaga entre las inconexas estancias de este trayecto que llaman vida, de esta mentira que llaman realidad. Los ojos ya no ven, solo miran como el paisaje se descompone en trazos de incertidumbre entrelazados con hilos de engaño.

Palabras, dormidas en un lecho de ignorancia, latentes mientras esperaban una oportunidad para volver a liberarse. La vieja habilidad, escondida bajo gruesas capas de autocomplacencia, permanece viva, en guardia, esperando su momento para volver a resurgir y alzarse victoriosa.

sábado, febrero 16, 2008

Continuidad


Fracaso tras fracaso, como el viejo tic tac que resuena continuamente en tu cabeza. Conoces esta sensación de vacio, de derrota, que te invade cada vez que tratas de aferrarte una vez mas al torrente inconsciente de la vida. Desplazado, vencido, te retiras a retozar en la impunidad de la oscuridad que cubre tus viejas heridas, sangrantes una vez más en el lecho del olvido. La noche, como años atrás, te desafia, teniendo como resultado la humillación que siempre te ha acompañado. Y nuevamente, pese al espejismo, te conviertes en el mismo fardo sangrante que se esconde en una esquina lejos de todo atisbo de vulnerabilidad. La vieja canción, como un organillo que toca una y otra vez la misma melodia agridulce, se repite una vez más, recordandote quien eres y quien no debes tratar de ser.

viernes, noviembre 09, 2007

Regreso


Las luces parpadean, difusas en el horizonte, desdibujadas por el haz de irrealidad de tus lágrimas. Frio. Aún está ahi, aferrándose a tus huesos, ajeno a todos tus intentos por apagarlo con promesas vanas. Ojalá fuese solo el cortante viento del invierno lo que te sobrecoge, pero sabes que sería engañarte a ti mismo. La apacible mirada del sueño te mece entre brazos de terciopelo, mientras tu cabeza se debate por permanecer despierta. Frio. Lo agradeces. Lo maldices. Ha pasado demasiado desde que escuchaste la cadencia por ultima vez. Ahora solo queda un latido agónico, una linea sobre el papel que apenas puede ondular. Las barreras ceden, quebrantadas por los embates de una noche que planta su ultima batalla al sol, y en sus ojos puedes ver la realidad, mas allá de los cubículos de autocomplacencia en los que todos se encierran. Vulnerables, expuestos, soñadores que vuelven a casa desnudos para volver a cubrirse con un manto de esperanza con el que enfrentarse a un nuevo dia. La fachada se desprende, y queda al descubierto, rodeado de desconocidos, la verdadera esencia escondida tras los muros de tu consciencia. Y en aquella soledad colectiva, el devenir del tiempo juega con sus leyes, susurrandote al oido las palabras que te diferencian: un año muerto.

domingo, septiembre 30, 2007

Diamante


Enigmatico, escondido bajo la espesa negrura de un manto de oscura roca, el cegador brillo del diamante se mostraba de forma intermitente para acabar desvaneciendose de nuevo en la inmensidad del vacio. Deslumbrante como un rayo de esperanza, reconfortante como la luz de un sol que invita a la vida, cada vez que aquel brillo se volvia a apagar, una voz gritaba dentro de mi por volver a avivar aquel resplandor que iluminaba las estancias en las que habita mi alma adormecida. Y pese a convertirse en lo que mas deseaba en el mundo, mis manos desnudas, heridas por las afiladas trazas de amargura que custodiaban y ocultaban la majestuosidad de aquel diamante negro, no fueron capaces de hundirse en la roca y liberar aquel destello para que me guiase en el devenir de mi camino hacia los confines del abismo.

martes, septiembre 18, 2007

Ciclo


Aun enredado entre las afiladas espinas del ciclo anterior, la maquinaria del destino crepita y toma una nueva posición, reconfigurando todos los parámetros que definen la realidad en la que te encuentras atrapado en cada momento. El ciclo cambia, ya sea para derramar mas sangre o dejar que tus heridas cicatricen entre sabanas de terciopelo, y no puedes hacer más que ser un espectador de los acontecimientos que se desencadenen a raiz de esta variación. Movido por los hilos del azar, el complejo mecanismo continua funcionando, regido por unas bases ocultas entre los planos de la existencia a los que tu limitada percepción no es capaz de acceder. Pero si bien su naturaleza se te escapa, si eres capaz de sentir como su precisión va disminuyendo con el transcurso del tiempo. Con cada ciclo completo, las heridas que se van dibujando en tu piel te demuestran que cada vez es mayor el rozamiento de sus engranajes contra la superficie de tu alma, dejando en ella marcas irreversibles que se van ahondando lentamente.

sábado, julio 21, 2007

Extensión


Miras atrás y no ves nada, solo una inmensa quimera que te tuvo atrapado durante años. Te planteas el por qué, y no sabes responder cómo fue que no supiste romper las cadenas que te ataban a tu amargura. Mirando, con unos ojos curtidos por la experiencia, no eres capaz de discernir cuales eran los lazos que te mantenían unido a la prisión de cristal en la que te encerraste. Y aunque el tiempo, en su devenir habitual, transcurra sigilosamente, apenas dando noticia de su avance, los hilos que tejían tu onirica felicidad siguen tornandose en flagelos que azotan los resquicios que quedaron de ti tras el impacto de tu determinación contra el muro de la adversidad. Y asi, por las noches, vagas solo en una extensión de la realidad, que entrecruza tus recuerdos en una telaraña cubierta por un halo de irrealidad que invade dia a dia el transcurso de tu existencia.

jueves, mayo 17, 2007

Abismo


Conoces este lugar. Ya has estado antes aqui. Una eterna planicie, irrealmente árida, que se extiende más allá de la desdibujada linea del horizonte. Como unico sonido, el ahogado murmullo de un viento que arrastra un flujo sin fin de lamentos, entrecruzados hasta hacerse indistinguibles, susurrando su miseria al unísono pese a la disonante naturaleza del sufrimiento que reflejan. Sin barreras, con tu propia soledad como única compañera, el abismo se alza ante ti, desafiándote a superarlo una vez más. Lugar de metamorfosis más que de castigo, te arrastra a confrontar los demonios internos que desgarran tu esperanza, desbrozando sin piedad cada fibra de tu ser, arañando cruelmente los mismisimos confines de tu alma con el cortante filo de tu debilidad, desnudando tu esencia y reduciendola a jirones. La ausencia de color confunde tu vista, saturada por la gama de tonos grisaceos que invade tu alrededor y oprime tu pecho. Tu respiración se convierte en un jadeo, cada inspiración en una agonía al tratar de asimilar un aire en el que el hedor de la sangre que has derramado en el transcurrir de tu viaje casi puede paladearse. La obscenidad de su forma fluye de forma homogénea hacia todas direcciones, culminada por una eterea capa de nubes e iluminada por la omnipresencia de una pálida luz proveniente de ninguna parte, cuyo unico fin parece ser el de proyectar sombras imposibles con las que asediarte en tu travesía. Ni un solo resquicio de terreno amable sobre el que descansar, solo un quebrado suelo para recibir el impacto de tu cuerpo, desollando tu futil voluntad en cada caida, exponiendola a la hostilidad que impera en cada eslabón de la cadena de dolor que apresa tu existencia en este plano de la realidad.


Pero pese a su implacable adustez, no te sientes un extraño vagando por la eternidad que configura el abismo. A cada paso que das la verdad va haciendose más evidente. Lo reconoces. Este es tu hogar.